viernes, 10 de junio de 2011
El misterio del caparazón
No importa lo que dijera Esopo en sus fábulas acerca de las tortugas. Los científicos japoneses han escrito una nueva historia sobre el origen de su caparazón. Cubierta protectora contra los elementos y los depredadores, y reserva de minerales en ambientes con poco oxígeno, el caparazón es un rasgo único en la anatomía de los vertebrados. Los embriones de tortuga se parecen al principio a los de cualquier otro animal con espina dorsal, por ejemplo un pollo o un ratón. Pero cuando ha transcurrido más o menos un tercio del tiempo de desarrollo dentro del huevo, explica Shigeru Kuratani, del Centro Riken de Biología del Desarrollo, se produce «una infracción en las leyes anatómicas», que remodela el cuerpo del animal. Las costillas crecen por encima del omóplato, en lugar de por debajo (como en los humanos), lo que obliga a la pared corporal a plegarse sobre sí misma.
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